*Fuente: Memoria de la Historia – Carlos Fisas. Simpático post "internetem circulandum")
*Antes de dar la oportuna explicación os voy a contar una anécdota, que muchos ya conoceréis, sobre la importancia del latín. En cierta ocasión José Solís Ruiz**, ministro de Trabajo durante el régimen franquista y natural de Cabra** (Córdoba), le discutía al político y rector de la Universidad Complutense, profesor Muñoz Alonso**, para qué servía el latín. El profesor le respondió: "Por de pronto, señor ministro, para que a Su Señoría, que ha
nacido en Cabra, le llamen egabrense y no otra cosa."
*Y volviendo al título de este post, vamos a servirnos de la etimología, y el latín, para explicar por qué cualquiera puede ser ministro pero no maestro**.*
*El término maestro** deriva de magister** y este, a su vez, del adjetivo magis** que significa más **o más que**. El magister lo podríamos definir como el que destaca o está por encima del resto por sus conocimientos y habilidades. Por ejemplo, Magister equitum** (jefe de caballería en la Antigua Roma) o Magister militum** (jefe militar).*
*El término ministro** deriva de minister** y este, a su vez, del adjetivo minus** que significa menos** o menos que**. El minister era el sirviente o el subordinado que apenas tenía habilidades o conocimientos.*
*Por tanto, queda demostrado que para ser ministro no hace falta ser nada**
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18 ago 2012
Por que no "maestro" ni "ministra"?
Nomenclaruras
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